Visitas a este blog

lunes, 31 de marzo de 2014

Las cosas que no entiendo.

Al final, hoy pensé en retomar el blog. Es cierto que lo tenía un poco olvidado, bueno, mucho. Todos tenemos nuestros recesos mentales y, llegué a la conclusión de que siempre necesitamos algo que nos inspire, algo que nos llene la cabeza de creatividad.


Y no, resulta que no es mi caso, o sí. Supongo que depende del prisma desde el que se mire.


No me gusta el insomnio, y últimamente me estoy dando cuenta por las redes –Si, las carga el diablo- de que empieza a padecerlo mucha gente. En mi caso, he decidido hacer algo productivo con todo el torbellino de palabras que se juntan en mi cabeza para montar una rave nocturna. Lo de productivo, también depende del prisma.


De algún tiempo hasta hoy, he visto lo fácil que es rendirse al rencor insuperable, producto de nuestra psique, odiosa y traicionera. “¿De qué sirve retenerlo?” me pregunto muchas veces.
“¿Para qué? Por qué?”.


Todo son excusas para justificar un comportamiento. Te pasas años viendo como algo precioso se construye, y lo ves crecer y crecer, a tu alrededor, dentro de ti. Y luego, todos esos años van a la basura emocional. Allí, donde dejamos las cosas que parecen que no importan nada y, en realidad, son los cimientos de la humanidad y la moral.


Que todas las personas somos diferentes.
Que todos tenemos nuestra forma de proceder.
Que todos sentimos de una manera diferente al resto.
Que todos queremos cosas diferentes, en diferentes momentos.
Que ‘todos’ nos necesitamos.


Es absurdo.
Sé que muchos no tendréis ni idea de a lo que me refiero, o de lo que hablo, pero estoy segura de que todos vosotros, en algún momento de vuestra vida, habéis pensado todo esto.


“¿Cuándo empezó a irse a la mierda?”


Sinceramente, no creo que se deba buscar respuesta a eso. Probablemente, lo más razonable, llegado el momento en el que te haces esa pregunta, es hora de empezar a dejar de pensar y reconciliarse con los sentimientos.


Gracias, a los que seguís el blog.
Gracias a los que tratan de entender lo que no tiene explicación.






La Niña Imantada ha vuelto, al menos de momento.

jueves, 9 de mayo de 2013

Thank you so much !


 
Este post quiero dedicarlo a dar las gracias a aquellas personas nacionales e internacionales que siguen este blog.

 Jamás creí tener un recuento total de 7.496 personas que en algún momento de su tiempo pasan por este blog y dedican unos minutos a leer alguno de los textos subidos.

 
Así que GRACIAS followers.
Creo que se merece al menos poner en orden –de más a menos- los países que hacen posible esa cifra.

 
España, México, Argentina, Estados Unidos, Colombia, Chile, Venezuela, Perú, Ecuador, y Alemania.

 
Gracias por vuestro tiempo, y un saludo.

Black Cat


 
Creo, a día de hoy, y con más seguridad que hace un tiempo, que hay una fisura en el tiempo de nuestras vidas. Es un momento en el que damos un ‘salto’ hacia atrás, provocando un retroceso de estado mental.

 
Llevas una vida haciendo lo mismo y creías que te iba bien, hasta que algo, como la superstición del gato negro que se cruza en tu camino, te hace verlo de otra manera, y entonces, solo entonces, dices: ‘Llevaba mucho tiempo haciendo mal alguna cosa necesaria para la vida’. En realidad, no hace falta ni que lo digas, basta tu expresión corporal, tu actitud, tu expresión facial, y con todo eso reflejas lo que quieres sin necesidad de decir nada.

 
Ahí ya existe un cambio en tu ser, probablemente a mejor si sabes rectificar aquello que viste que hacías mal, y tras un tiempo actuando así, algo en tu mente te hace dar ese ‘salto’ hacia atrás, sin saber por qué, o sin llegar a planteártelo, vuelves a hacer mal algunas cosas necesarias en la vida.

 
Imperceptibles, pequeñas, pero necesarias para un equilibrio que te mantiene jovial y entusiasta. Esas cosas son las 'pequeñas cosas que dan alegría’.

 
En muchos casos son menospreciadas, dejadas de lado teniendo la esperanza de que el tiempo ya vuelva a ponerlas en tu camino por ti. Y eso es realmente una equivocación, el tiempo solo está como algo colateral que deteriora las cosas. No hará nada por ti, eso es una certeza.

 
Lo que me lleva a ver que ese mismo tiempo en el que la gente confía, creyendo que está de nuestro lado, es una patraña mental. Una percepción errónea en la que proyectamos nuestras esperanzas y deseos. Lo dejas pasar, seguro, confiado, hasta que resulta ser demasiado tarde.

 
Y volvemos a fumar, sentados, meditando qué es lo que hicimos mal, y cómo podemos arreglarlo, volviendo a dejar en las manos del tiempo la iluminación que necesitamos. Si actuáramos con lo que los sentimientos nos dicen, quizá, y solo quizá, el tiempo tendría menos relevancia, y no creeríamos tarde que hemos actuado erróneamente.

 

Volvemos a encontrar un muro, en el que hacer una muesca más.
Volvemos a dejar que nuestro lado más borde y dure empiece a renacer como un fénix endemoniado y ávido de arrasar con todo lo que se ponga por delante.
Volvemos a reconstruir nuestra caja de música aislada para oír lo que en realidad sentimos.

Simplemente volvemos, como todos los tiempos.

miércoles, 6 de junio de 2012

Sisters


“La vida son dos días y uno y medio te lo pasas durmiendo”.

En ese medio día, me ha dado tiempo de rellenar páginas durante seis años de mi vida, y conocer a una de las mejores personas que los proverbios me pusieron por delante.

 Creo que si tuviera que escoger un título para un escrito así sería “Hermanas”, la sangre no importa, es la unión cerebral (Y para nosotras nasal) que estableces. Algunas cosas simplemente encajan por naturaleza exterior.

 Montañas, islas, barcos y mares de letras…. Desde Saba hasta Francia, Los Cárpatos, las Islas Cies,…

A veces creo que ya no hay rincón en el mundo donde almacenar tantas cosas.

 “Vienen, van,… se quedan un rato. Simplemente estamos sentadas observando cómo la gente cruza de un lado a otro en el lugar opuesto de la puerta que miramos. Nos detenemos para examinar el entorno, a veces incluso detenemos el tiempo para intentar comprender lo que nos dicen, y en otras ocasiones, ni siquiera nos hace falta hablar para saber que está pasando, o pensando la otra. Cómo tantos kilómetros pueden no impedir que disfrutemos de esta manera, y que sigamos al pie del cañón? Yo lo sé, y tú también. Un botijo moldavo, y una botella de absenta. Es lo único que necesitamos para empezar todo esto.”



I’m fine. For Jdth

Labios Rotos


Fría mañana de verano, he dedicado esos momentos a mis cosas personales, otros ratos a verte despertar.

Me mirabas mientras cogías un cigarrillo y te lo llevabas a los labios, reinaba una paz y un silencio tan absolutos que casi podía oír el crujido del papel prendiendo acompasado con tu relajado corazón.

 Te tomaste tu tiempo en soltar aquella primera calada, entre tu mirada y la mía se interponía parcialmente ese humo, ese cigarro. Solo te hizo falta alargar la mano para acariciar desde mi tobillo hasta el muslo mientras dabas la segunda calada, no hacía falta que dijeras nada, se veía en tus ojos que la estabas disfrutando como si aquel humo de vicio y adicción fuera mi piel, “Que más da?” Me dijiste aquella noche, “Quédate un rato más”, y amanecimos como la noche anterior, y la otra, y la otra… y la otra….



 “Entrégame tus labios rotos, los quiero besar, los quiero curar, los voy a cuidar, con todo mi amor. Es raro el amor que se te aparece cuando menos piensas. Moja el desierto de mi alma con tu mirar, con tu tierna voz, con tu mano en mi mano, por la eternidad…”

martes, 5 de junio de 2012



¿Alguien me da una cara nueva? Una, con la que mirar a cada uno de mis lados y no morirme de asco, de tedio y de desilusión cuando me sangren los ojos. Todo es una broma.

Todo lo que quieres, lo que deseas,... todo lo que consientes que te consuma por dentro, una lujuria soberbia que hace que extiendas la mano hacia esos anhelos y puedas contemplar, como en la palma de tu mano, al cerrarla,… provocas que arda en llamas dejando que entre tus dedos caigan las cenizas de la decepción.
 
 
[ Hace tiempo ya,... llevo unos días sin dejar de bailar. Desde el día que me pusiste una mano encima... Mis caderas te absorbieron como un huracán, arrancando cada jodido cimiento de tus maltrechas casas, ahí donde te escondías.

Las manos... reptaban por mi cintura de la misma manera que mi espalda contra tu torso, te agarrabas, con fuerza, firme, de no haber sido así, te habrías perdido en un espacio sideral lejos de todo, lejos de la cordura.

¿Qué era esa gota de sudor entre nosotros si no un secreto sin palabras? Que decía “Voy a devorarte, voy a hacerte mío hasta que no te quede razón alguna de vivir, voy a hacer mía tu esencia, tu alma y tu presencia y cuando solo quede de ti la energía efímera de la que estás hecho, te consumiré”. Reconócelo, no hay armas que valgan en una guerra como esta.

“Revólver sexual para la ruleta rusa”. ]